las alas de la foto, que alguna vez le sirvieron a pollos para volar, que al menos por algunos segundos, cuando eran correteados antes de ser degollados o estrangulados, tuvieron absoluto control sobre cuerpos vivientes dentro del espacio tridimensional de un mundo con cielo, esas alas, ahora separadas de los cuerpos a los que servían, son vendidas en un mercadillo callejero del soho de hong-kong. el rojo de la sangre, reminiscencia de vida, manifiesta una enorme contradicción, esa de una existencia forzosamente privada de sentido. |